Auditoría Médica y Profesional Integral 2a Edición. La calidad de la atención en los servicios de salud.
Todas las definiciones aceptadas de auditoría médica hacen referencia a que es una forma de aseguramiento de la calidad de la atención médica. La definición clásica y quizá más antigua es la brindada por Slee en los ‘50, quien pensaba que la Auditoría Médica era la evaluación hecha por los médicos de la calidad de la atención médica revelada por la documentación clínica. Contrario sensu, se acepta que en nuestro país el comienzo de las actividades de Auditoría medica acaeció en los ‘70, de cara a la necesidad de facturar prestaciones médicas y paralelamente de pagarlas. De este modo se le impuso un sesgo fiscalizador y burocrático del que no se ha recuperado. Muchos de los profesionales que ejercen actividades en la disciplina carecen de bases metodológicas sólidas y solo se han convertido en “expertos” en el manejo del viejo y obsoleto Nomenclador Nacional y en argucias burocráticas. Es probable que debamos desechar para siempre la imagen de un departamento de auditoría trabajando aisladamente y distanciado del resto de la organización, y de un auditor que no haya ensanchado sus competencias básicas a la capacidad de planificación, organización, comunicación, aptitud y actitud docentes y de investigación y al trabajo en equipo. Y así como en la empresa convencional la gestión de la calidad evolucionó desde el control y el aseguramiento hacia la calidad total, la moderna auditoría sistémica, como es conceptualizada aquí, deriva de la auditoría convencional, pero llega a hacer las veces de un sistema de gestión, generando información y haciéndola fluir dentro de la organización hacia quienes la necesitan, para tomar decisiones con base en soportes racionales, convirtiéndose de este modo en referente obligado de consulta.