Se trata de dos relatos del escritor ruso Fiódor Dostoyevski (1821-1881), considerado como uno de los mejores novelistas de todos los tiempos. En el primero se refleja con singular maestría, la propia ludopatía del autor durante aquellos años, a través de la desafortunada figura de su protagonista. Un tema de ayer, pero un alegato que no ha perdido su urgencia, impulsado por un sentimiento de siempre: el del amor, y nos ofrece un acabado retrato psicológico de su época que completa con el segundo relato, más breve, de la clase dirigente en la Rusia del zar Alejandro II (1853-1881), con descarnados rasgos caricaturescos.